Bruce Pennington

Si hay un ilustrador que me han gustado mucho desde joven es Bruce Pennington, desde algunas diseños de tapa que aparecieron en la revista Dulce Transilvania, añorado programa de radio en la AM de Radio Excelsior.
Pennington no es muy conocido por estos lares, pero básicamente, ilustra libros de ciencia ficción y fantásticos. Tal vez, sus aportes más conocidos sean a las ediciones de la saga de Frank Herbert, Duna, o algunas novelas y cuentos fantásticos de Edward Rice Burroughs, el creador de Tarzán.
Aquí les dejo una serie de dibujitos que marcan sus facetas.
En todos, creo, se ve que él, básicamente, un pintor, pues mucho de su trabajo es sobre tela, que le atraen los cielos más bien cubiertos, o que aluden a lejanías, mundos extraños y tal vez olvidados.

En esta imagen, como se ve, todo es extraño. Una ciudad desconocida, una construcción tan extraña como inimaginable su función, un horizonte entre nostálgico y aterrador, condimentado todo con que la escena está completamente despojado de presencia de seres humanos o no humanos.

En la segunda imagen, seguimos encontrando paisajes extraños, lugares, inspirados seguramente en la lectura del gran H. P. Lovecraft en novelas como La Llamada de Cthulu o En las montañas de la locura, sobre todo esta última, que cuenta de una ciudad que tenía un reflejo por sobre las nubes de la Antártida, que era una imagen perfecta, pero que cuando llegan los exploradores a la ciudad, la encuentran derruida y sienten que ese reflejo les engañó, hasta que descubren la ominosa verdad. En esta ilustración algo similar pasa, pues por sobre la impensable edificación y el monstruo humanoide en agonía, el cielo parece partido o tal vez todo ese lugar esté bajo tierra, quién lo sabe.

Y en la tercera imagen es en donde todo esta imaginación poblada de mundos inconcebibles para los que tenemos poca imaginación, o al menos, poco estimulada, se hace presente.
Una ciudad extraña, de cuya cual lo único que sabemos es que tiene un puerto.
Una humanoide con alas de ángel y vestigios de aparición mariana (por María, la madre de Jesús, digo) custodiando o pareciendo hacerlo, a esa ciudad, que también posee extraños horizontes y formas indefinidas que a veces parecen más nítidas pero que pronto son absorbidos por las formas del fondo o el mismo extraño horizonte. Tal vez aquí, lectura no tanto de Lovecraft sino de un constructor de mundos fantásticos como pocos, Lord Dunsany.
En todo caso, estimula, creo, la imaginación... Y uno (recuerdo la charla de hoy de Cristian Turdera en el taller) justo estos días estaba dibujando a una persona con alas, en homenaje a una amiga mía, ¡muy similar a esta! (obvio, sin su maestría... lo mío son balbuceos al lado de este señor).
Y como dije... creo, si mal no recuerdo, que fue el primer ilustrador de quién me gustó su obra. Así que no es difícil que su influencia ande latiendo por ahí en mi inconsciente.



Sitio donde pueden encontrar algo más de Bruce Pennington (aunque también pueden aburrirse de su faceta fantástica, aviso):
http://www.dracomiconia.com/galeria/index.php?cat=15

Saludos a todas y que anden bien :)